Mañana hace una semana que nació mi bebé en la clínica CIMA y he tenido la gran suerte de que sea el primer parto en el agua.
Mi hijo mayor Iago(20 meses) también nació en Cima y fue ahí donde conocí a Cristina, mi comadrona. Yo iba con plan de parto natural y después de muchas horas y mucho apoyo no pude aguantar y decidí ponerme la epidural, aún así fue un parto maravilloso.
Cuando me volví a quedar embarazada tenía claro que volvería a intentarlo.
Cristina me comentó que estaban preparando la sala de parto natural pero que por fecha no llegaría. La última semana de mi embarazo la pasé con contracciones, cada día pensaba que estaba de parto, pero es el miércoles 14 a las 5:30 de la mañana cuando notó que si, mi bebé ya quiere venir.
Aviso a Cristina, mi guía y comadrona y salimos para la clínica, al llegar y comprobar que si estoy de parto, nos dan una habitación para que ahí nos relajemos ya que aún quedan unas horas.
Es curioso que las horas se hacen eternas y los minutos muy cortos entre contracciones. Sólo me alivian las duchas de agua caliente y los abrazos de mi hijo Iago y su papá que allí están a mi lado.
De alguna manera tenía visualizado mi parto ya que es mi 2ª vez, pero todo eso cambia cuando sobre las 12:30 Cristina aparece por la puerta y me da la gran noticia de que voy a ser la 1ª persona en dar a luz en el agua si ese es mi deseo, ¡por supuesto acepto! Y en cuestión de un ratito allí estoy, en la piscina de la Cima con mi pareja Nandu, Carme Guasch, Cristina y el resto de su equipo.
Cuando llevo aproximadamente una hora en el agua siento muchas ganas de empujar, cada vez me duele más, cada vez pierdo más fuerza, y cuando parece que me voy a rendir oigo la voz de Cristina: ya sé que no me crees pero tú bebé está muy cerca, si quieres puedes tocar su cabeza…
Así lo hago y una energía inexplicable me recorre y empujó con toda mi alma y después de notar el famoso aro de fuego allí estaba su cabecita, un empujón más y sale su cuerpo escurridizo. ¿Pero que es? ¿Niño o niña? Y después de 9 meses de intriga, por fin! Un niño! Mi pequeño Cai…
Jamás olvidaré esta experiencia que tan mujer me ha hecho sentir…
Gracias a todas las personas que habéis hecho posible este momento único para mí y sobre todo a Cristina por saber guiarme de esa manera y en ese momento, GRACIAS DE CORAZÓN.