Testimonis de Part de Bessons



Naixement d’Èric i Jofre

Hola, sóc mare de dos nens de quatre anys i mig, i volia compartir amb vosaltres el relat del meu part.

La meva història comença quan després de patir dos avortaments molt seguits, em quedo embarassada de bessons idèntics. En donar-nos la notícia el meu marit i jo ens vam emocionar moltíssim, estàvem molt contents de tenir bessonada i que tot semblés anar bé, però l’alegria ens va durar pocs minuts, la ginecòloga de seguida ens va posar la por al cos comunicant-nos  un embaràs d’alt risc i em van derivar a l’Arnau de Vilanova de Lleida.

Com que semblava haver-hi tantes possibles complicacions i a més a més gairebé tots els metges donaven per fet que els nens havien de ser prematurs i néixer per cesària, em vaig començar a informar sobre el part i la lactància a través d’una amiga que és doula i llegint tot allò que em proposaven. Cada cop tenia més clar que volia un part natural, si era possible, i per descomptat alletar als nens.

Durant els mesos d’espera vaig fer una important feina de mentalització per si les coses no sortien com jo volia, que era el més probable. Després de lluitar amb els metges per no avançar el part i evitar una cesària innecessària, els nens estaven saníssims i estaven ben col·locats, vam aconseguir arribar a la setmana 37+6, moment en que em van induir el part, ara si per motius de salut justificats.

Vam arribar a l’hospital amb les idees molt clares de tot el que volíem, amb la càmera de fotos i el meu marit vestit amb camisa perquè si les coses es complicaven pogués iniciar ell el pell amb pell, i amb una il·lusió i una felicitat que no es pot explicar, la por gairebé havia desaparegut.

La dilatació va ser llarga, complicada i dolorosa, l’anestèsia va deixar de fer-me efecte aviat degut a la posició en que havia d’estar perquè el nen que havia de sortir primer no acabava de baixar, però després d’unes dotze hores em van entrar al quiròfan amb la promesa de que no em farien una cesària sense haver-ho provat tot abans.

Al cap de quinze minuts ja havia nascut l’Èric, plorant encara amb els peus dins meu i donant guerra, el van haver de girar amb fòrceps però en cap moment me’l van estirar, va sortir disparat; set minuts més tard naixia el Jofre, amb tres empentes, em van posar les mans al seu capet perquè el pogués tocar mentre sortia i va ser espectacular.

Un cop els van revisar me’ls van posar ràpidament a sobre i es van agafar la maneta mentre em miraven, encara ploro quan hi penso.

Com que la cosa es va complicar i estava perdent força per poder-los agafar bé, vaig demanar que portessin els nens al seu pare. En arribar a reanimació ell ja els tenia pell amb pell, i de seguida que em vaig recuperar me’ls vaig posar al pit i s’hi van agafar a la primera.

De ben segur que no va ser un part ideal però per mi va ser molt emocionant i tinc molt bon record. Tot el personal sanitari em va tractar amb molt respecte i carinyo, fet que va afavorir la nostra tranquil·litat i que el part és desenvolupés força bé.

No vaig fer pla de part però tant la meva parella com jo teníem les coses molt clares i les vam anar comunicant, amb calma i respecte. Vam veure molt clar que estar ben informat et dóna molta força i et permet demanar el que necessites. També teníem molt clar que per sobre de les nostres preferències el primer era el benestar dels nostres fills.

Malgrat tot en el cas que tingués un altre fill, el tindria a casa. Parir m’ha fet veure la fortalesa del meu cos i de la meva ment, i ser mare de dos encara més 😉

10/12/2017

Cesària de bessons, no respectada

Después de muchos años de búsqueda me quede embarazada de mellizos, podéis imaginar nuestra ilusión, era lo que más deseabamos en el mundo. Aunque el embarazo era de riesgo, no tuve ninguna complicación, estuve de baja y lleve una vida tranquila. Tenía molestias típicas del Estado en el que me encontraba, pero nada alarmante.

Elegí dar a luz a través de una mutua en un hospital privado, mi experiencia con la segura social no es buena. A mas me recomendaron una ginecóloga en Barcelona que era experta en embarazos gemelares y con mi pareja decidimos que queríamos ir a lo seguro sin arriesgar, así que decidimos optar por esta profesional.
Durante el embarazo siempre fue sincera y no me puedo quejar de sus tactos o pruebas, era delicada para hacerlo y nunca me hizo daño ni me sentí mal en ningún momento.

Conforme avanzaba el embarazo le pregunté si era posible que fuera vía vaginal,  me contestó que sí pero dependía de la posición de los bebés. No me lo dijo exactamente con estas palabras, no recuerdo cuales fueron, pero si la sensación de que quizás no iba ser todo como yo lo deseaba. No sé explicarlo con palabras simplemente fue una sensación. Se lo comenté a mi pareja, pero decidimos seguir con esta profesional puesto que el embarazo estaba muy avanzado y ya no queríamos arriesgar a un cambio de última hora.

En la semana 37 yo ya me encontraba bastante mal, la barriga me pesaba 20 kilos, ya casi no podía caminar, no salía de casa, se me había puesto visión borrosa, etc. Los bebés estaban en posición de nalgas los dos, así que me tuvieron que programar una cesárea. Eso fue un miércoles y la cesárea era para el viernes, Pense que esos días estaría muy nerviosa pero fue todo lo contrario, estaba aterrorizada así que me quede como en shock todos esos días. De esto me di cuenta en la lejanía del tiempo, no fui consciente en ese momento.

Yo le había comentado a la doctora que deseaba que una vez nacieran los pequeños me los pusieron encima para poder hacer piel con piel, Y que si no podía ser conmigo que al menos fuera con su padre, que no quería que se los llevarán de nuestro lado en ningún momento, me dijo que no habría ningún problema y que se haría como nosotros quisiéramos. No se porqué, no me la creí….

Llego el día esperado, en quirófano todo fue frío, una vez me senté en la camilla me puse a llorar, no podía parar de hacerlo, pero de todas las personas que había allí adentro a nadie le importo, nadie me preguntó que me pasaba, si estaba bien, seguían en sus conversaciones del fin de semana tan bonito que uno de ellos había pasado en Londres.

Una vez me pusieron la epidural, dejaron en entrar a mi marido, aquello me tranquilizó mucho pero la medicación había hecho efecto, estaba drogada, Como en el limbo, así que no me enteraba de nada, tengo el recuerdo intacto de todo lo que sucedió pero como si fuera un sueño lejano.

Nadie nos dijo que iban a empezar a sacar a nuestros bebés. De repente oi: aquí sale el primero. Lo levantaron del brazo encima de la lona que tapaba la operación y pude verlo, esa imagen la llevo en mi. Y tal cual lo vi desapareció de mi vista, se lo llevaron para limpiar, mi marido fue para allí detrás del bebé, al poco volvió y me dijo que todo estaba bien. Rápidamente sacaron al segundo, a este ni siquiera lo vi. Los oía llorar y yo lloraba más. Me Encontraba en tal momento emocional que no era capaz de articular una palabra para decir que me trajeran a mis hijos, en un momento que se acercó mi marido sí que le puede decir: no los he visto, no los he visto.Es una situacion de vulnerabilidad y nervios, por lo que no estas en condiciones de reclamar tus derechos, ni tu ni tu pareja.

Al poco rato, que se hizo eterno, me los trajeron envueltos en una especie de papel de plata y me los dejaron al lado mío en la camilla. Ahí pude verlos por primera vez bien y darles besos. Dejaron de llorar.Entonces nos subieron para la habitación, Y nada más salir del ascensor me los arrebataron sin decirme nada. Pregunté que hacían, Y ya nos dijeron que se los llevaban para hacerles la revisión.

Mi Historia del parto podría seguir puesto que luego tuve complicaciones y tuve que pasar 24 horas en la UCI separada de mis bebés.

Pero lo que la cesárea se refiere en ningún momento me respetaron como persona, Como una persona que había expresado lo que quería en ese momento tan especial de mi vida. Sentí que fui una más de tantas, para los profesionales es coser y cantar. Pero para mí era un momento muy deseado, muchos años incubando ese deseo de ser madre, entendí que tuvo que ser una cesárea, que no había otra opción, pero no por ello había de ser tan inhumana.

Estuve en tratamiento psicologo debio a todo ello mas las complicaciones de despues y Al cabo de unos meses reuni el valor necesario para hablar con la ginecóloga que me atendió. Le dije que estaba contenta de su atención en lo que a la operación se refería, pero que en lado humano se había quedado sin atender, que entiendo que quizás ella en ese momento de la cesárea ha de estar por esa operación que es complicada y no por cómo me encuentro yo, Pero que ese papel de acompañar a la madre emocionalmente quizás lo podría hacer la comadrona o cualquier profesional cualificado para ello, era algo importante que no se tenía en cuenta. Y como era de esperar, me dio cuatro excusas banales diciéndome que esto era cosa mía. Pero estoy contenta de habérselo dicho puesto que creo que si más mujeres le dijeran lo mismo al final creo que podría recapacitar y darse cuenta que aunque sea una operación, algo que para ella es una actividad casi diaria, algo normal, para la mujer que está allí estirada es un momento único de su vida, que va a recordar hasta El fin de sus días.

Vuestra asociación la conocí ya demasiado tarde, ojalá la hubiera conocido antes, cuando una amiga me dice que está embarazada de seguida les pasó vuestra web, si puedo ayudar un poco a que alguien no pase por lo que yo pase me doy por satisfecha.

10/12/2017

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